martes, 29 de noviembre de 2011

Otoño 2011



Uno de los mayores placeres de la vida es contemplar la naturaleza, descubrir rincones especiales, con calma y sosiego.
Lugares bellos que lo son más, en determinados momentos. Cada sitio tiene su época, su instante.
En muchas ocasiones, es estando solo, cuando descubres sensaciones especiales, y puedes apreciar la magia de ese momento y lugar.
De siempre he tenido la necesidad de vez en cuando, supongo que como os pasará a muchos, de perderme solo.
De esta forma puedes conectarte con el entorno, puedes pararte a reconocer sensaciones, matices que pueden pasar inadvertidos, por culpa del estress medio crónico que esta sociedad desnaturalizada nos impone día a día.
La soledad, es necesaria en ocasiones, nos permite hablar con nosotros mismos.
Escuchar, oler, observar...sentir más plenamente. Nos permite reconocer maravillas, que tenemos cerca y que muchas veces no valoramos.
No es necesario que invirtamos en nada, ni que hagamos grandes viajes, ni que pretendamos conseguir objetivos, ni nada de eso...
Lo mejor es reconocer las maravillas que nos rodean, aquí y ahora. Todo esto ya se sabe, pero creo que no esta mal recordarlo.
Es una especie de terapia muy recomendable para el bienestar interior, y con el valor añadido de que es muy económica, que dados los tiempos que corren esto es importante.

No voy a desvelar el lugar, es lo de menos; cada cual ha descubrir el suyo...
En esta ocasión yo lo encontre en un bosque atlantico, un típico día de otoño...







Una gran presencia...














Hay cientos de especies de Rusula, esta es una de ellas.

Lo importante es no dañarlas, si no nos las vamos a comer...

...ya se sabe, pero siempre esta bien recordarlo...



















Semillas muy valiosas, de un endemismo en peligro...

Seran las Peonias de la proxima primavera.







Las barbas del bosque, sintoma de buena salud medioambiental.













Quien decía que no existe pitufolandia.



Creo que uno de los mayores retos de toda la historia, a los que se tiene que dedicar el ser humano del siglo XXI, es al del cuidado de la naturaleza.




1 comentario:

  1. ....mmmmm... se huele ese bosque... Estupendas fotos y estimulante texto. Te sumerge en esos momentos mágicos y de comunión con pachamama, que por sí solos, dan sentido a la vida.

    Unadmiradora

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