LA OTRA CARA DE VILLAREJO
Hace algún tiempo tuve una interesante conversación con un compañero de aventuras. De esas que surgen al terminar la actividad, alrededor de unas cervezas.
El defendía una postura y yo otra, ambas razonables, aunque opuestas.
Me suele suceder que soy lento de reflejos ante la dialéctica. A menudo necesito un tiempo de asimilación, para ordenar conceptos y llegar a conclusiones. Generalmente suele ser a la noche siguiente o a los pocos días.
En cualquier caso casi siempre se hace difícil poder tener una segunda oportunidad para retomar la contienda y el tiempo difumina los hechos.
Esta vez, no dejaré una vez más que eso suceda. No importa el quien, y muy probablemente no lea estas lineas, pero da igual, lo importante es el mensaje...