martes, 22 de julio de 2014

Intrusismo de altura



No es nada nuevo, nada de lo que no lleve muchos años hablando, quienes me conocen saben que es verdad, y lo que es más importante, es algo que he procurado evitar y predicar con el ejemplo, incurriendo en ello lo menos posible y dejando de lado trabajos y empresarios, aún necesitándolo, en pos de ser consecuente con mis principios y coherente con mis opiniones.
Algunos... o muchos dirán, que eso es hacer el inbécil, que el curro es el curro, que la cosa esta muy mal, que hay que buscarse la vida. Bueno quizá ahora si, pero hasta hace pocos años, cuando se vivía en la bonanza y "progreso infinitos", la gente hacía lo mismo.
Creo que eso es condición inherente a los pueblos latinos. Somos trapicheros por naturaleza, independientemente de las condiciones externas, estatus, o sector laboral.

Yo he preferido siempre irme a la cama con la conciencia tranquila, no teniendo que fingir. Debe de ser muy incomodo vivir manteniendo una imagen de algo que no eres. De legalidad, de profesionalidad, de calidad, cuando en realidad se es un pirata. Yo desde luego no lo comparto ni lo practico.

No hay más que mirar un poco sobre el tema para constatar la enorme cantidad de gremios y lugares que sufren y denuncian este fenómeno.

No voy a venir ha hablar de las consecuencias de ello, porque nunca me han gustado y no se me dan bien tanto los números como la política...
por desgracia, también es fácil observar que todo lo mueven estos dos aspectos.

Resulta paradójico, que muchos de los que proclaman la legalidad, la ética, la ecología, etc, después, por pura ceguera o inconsciencia, se tiran piedras sobre su propio tejado y sobre los paradigmas que promulgan, pero que ellos no cumplen.

Mola mucho ir de guay, pero arrasar los espacios naturales con grandes grupos por ejemplo, en los que muchas veces lo de menos es lo que aprenda la gente, es una incoherencia supina, pues están degradando y destrozando los mismos espacios que venden como maravillosos y que tanto dicen amar y conservar por otro lado.

Luego que si yo no como carne, ni compro en los chinos, y tengo una lavadora biónica de última generación que contamina y consume muy poco.
Mucha doble moral y mucha venda en los ojos es lo que yo creo que hay.

Igual que uno no va al curandero cuando le tienen que sacar una muela, pues todos buscamos un profesional de la escalada, que ha estudiado muchos años y que se ha gastado una pasta inmensa en ello.
Se debe entender y respetar a quien ha invertido, aunque menos que un dentista, también con gran esfuerzo humano y económico en titularse debidamente.

Cierto es que hasta hace muy poco, el estado era el primero que no regulaba ni definía claramente los deportes de montaña y naturaleza y las competencias profesionales y el sector de las empresas multi aventura. Era cómplice y promotor de los vacíos legales y desmanes de todo tipo de empresas, granjas escuelas, asociaciones sin competencias y piratas "free lance".
Pero por fin esa etapa oscura este tocando a su fin. Hoy están bien delimitados los ámbitos y competencias de los Técnicos Deportivos de los deportes de montaña, de los Monitores de Ocio y Tiempo Libre, o Conducción de actividades físico-deportivas en el medio natural.
En la era de la especialización en la que vivimos, la montaña, no puede ser menos.
Creo que la entrada masiva de nuestro mundillo, en la rueda del consumismo y el negocio, es algo que nunca he deseado y me da mucha rabia, pero es algo inevitable y tenemos que tragarlo.
Y aceptando que es algo que tenia que pasar, tarde o temprano, ¿no deberíamos estar de acuerdo en hacer las cosas bien, en ser legales y serios y no convertir nuestro maravilloso mundo natural un parque temático?.

Para mí, la respuesta y conclusión es clara y la definiré solo con una frase del refranero...

 "zapatero, a tus zapatos"


* Si estas interesado en el tema, recomiendo vehementemente que os deis un paseo por Diario Mistral. Un vez ahí, busquéis Radio Mistral y escuchéis sus programas. También encontrareis "El libro blanco de las buenas prácticas" y una entrada muy interesante (más que ésta) en el blog de Natxo Hernández.

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