sábado, 5 de noviembre de 2016

Patones, Todorin, primer 7a en una escuela mítica




Agonizaba ya la década de los 80's, cuando en el otoño del 89 me vi insertado por vez primera dentro de uno de esos horrorosos arneses Peztl de colores estridentes, qué tan bonitos nos parecían.
Pero lo más impactante fue la extraña sensación, a caballo entre el dolor y el ridículo, al momento de calzarse unos maltrechos pies de gato, modelo Ninja prestados, que en su momento eran de lo mejor, con los que ahora no me subiría ni a un taburete...
sensaciones todas eclipsadas por la inmensa emoción que me embargaba por probar eso de la escalada....








Ya había estado varias veces por Patones, pero no para escalar, ni me lo planteaba, sino para esas incursiones iniciáticas a la cueva del Reguerillo, pues como principiantes absolutos en todo esto de la montaña, nos resultaba mucho más barato eso de la espeleo, pues no necesitábamos más que un mono de pintor, unas botas de goma, un casco de obra y una linterna. Con un ocho y unos pingajos de cuerda nos serviamos para movernos.
El caso es que durante los primeros tiempos, conocíamos mucho mejor los recovecos de la cueva que los farallones de roca, que parecían tan intimidantes como inabarcables.
La escalada la veíamos como demasiado lejos, cara, técnica y peligrosa para nosotros.

En la efervescencia de esos locos años, con el primer boom, muy pequeñito para hoy en día, pero muy grande en esa época, permitió que unos "Hippies" enrrollaos nos animaran a probar con ellos y cambiar por un día la húmeda arcilla subterránea por el polvoriento barro exterior.

"Cuarto mas pa pivas" y Manu Manu" fueron las primeras vías que probé; recuerdo me costaron un montón de esfuerzo y desde el primer momento tuve claras dos cosas; que me gustaba mucho escalar y que con mis 80kl de peso no tenía ningún futuro y que iba a tener que pelear muy duro y durante mucho tiempo...quizá el resto de mi vida...

















"Siete a" solo un numero y una letra, que apenas significan nada sobre el papel, llevan detrás 26 años de ilusión, perseverancia y paciencia, para conseguir subir libre y fluidamente por un paño de roca tan insignificante para el mundo y tan valioso para mi, pues después de noventaitantos 7a's, éste es el primero que hago en Patones, la escuela donde empecé, donde descubrí este deporte que me enganchó para siempre a este estilo de entender la vida, y con el que tanto he aprendido para irla viviendo.

















La vía en cuestión se llama "Todorin", un 7a de placa fácil para lo que es Patones. Casi lo hice a vista y en el segundo pegue no me costó casi nada. Unos 15m con cuatro químicos colocados en su punto justo, una joyita, donde priman la técnica y la fuerza de dedos. Seguro que si lo hubiera probado ya lo habría hecho hace años, y desde luego me ha costado mucho menos que los 6c+'s que he hecho aquí.
En realidad es el tercer 7a que pruebo en Patones; antes probé "Sexmania" y "Stupendiux", que son vías diferentes, físicas y atléticas, aunque creo que las haré esta temporada, pues estuve a punto de sacarlas la temporada pasada.


Desde luego son vías de juguete si las comparamos con verdaderos viotes del mismo grado como Canguingos, Pescaito, Candida o Patonejos..., los cuales aún seguiré esperando el momento, pues siempre me ha gustado ir paso a paso sin saltarse las vías intermedias, sin buscar atajos...no digo que sea mejor ni peor, pero es la manera que me ha nacido siempre hacer las cosas...aunque a decir verdad en estos tiempos de inmediatez, progresiones fulgurantes y competitividad, a veces me siento como un diplodocus o un camaleón prehistórico fuera de tiempo moviéndome muy despacito, pero con el tiempo te das cuenta que es inútil ir en contra de tu propia naturaleza y aceptarla es lo mejor que podemos hacer.









3 comentarios:

  1. Buenas David,

    La verdad es que me siento muy identificado en lo que escribes -y en cómo lo haces-. Ahora mismo, con las progresiones fulgurantes de algunos, parece que los que vamos avanzando lento somos los "raros", los que hacemos algo que no vale la pena porque es demasiado "fácil"... no sé, como dices tú, lo mejor es conocerse y aceptarse y, a partir de ahí, trazar el camino.

    Saludos y a seguir con el Blog!

    ResponderEliminar
  2. un regalo recibir comentarios así..me alegro de veras que te haya llegado.. también os he leido algunas veces, y me ha gustado,,,gracias por los ánimos, lo cierto que soy un perro y no me curro entradas de clásica, a ver si me pongo...
    saludos ;)

    ResponderEliminar
  3. Espero que cuando leas esto ya seas guia de montaña,solo te queria decir que lo mejor esta por venir.

    ResponderEliminar

En breve aparecerá tu comentario, tan pronto lo apruebe el administrador.
Gracias por participar y comentar.

Escalada, crónica de una muerte anunciada.

  Difícilmente podía imaginar hace más de tres décadas, cuando descubrí la escalada, que algún día estuviera en peligro. Cuando hablo de esc...